Aunque cada vez sea menos frecuente, la llegada del mes de agosto comporta una parada en la agenda cultural más allá de los festivales. Pero los museos no cierran por vacaciones y la canícula es una oportunidad excelente para visitar aquellas exposiciones que nos han quedado pendientes.
Alcanzan temas muy variados: hay que reivindican Gala Dalí como una creadora con identidad propia, retrospectivas de Ignacio Pinazo y Giorgio de Chirico, investigaciones sobre la vertiente más político del arte de Tàpies, estudios sobre la relación entre el arte de Picasso y la gastronomía y enmarcadas en el Año Guinovart.
‘La cocina de Picasso’. Museo Picasso. Barcelona.
Con obras que hacen referencia a restaurantes, naturas muertas que destacan enseres e ingredientes y escritos poéticos que se basan en el imaginario culinario, la muestra entiende la cocina como metáfora del acto creativo por Picasso. Además la muestra se completa con una sala especial basada en la filosofía culinaria de Ferran Adrià.
‘La luz negra’. Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Barcelona.
La exposición trata sobre la influencia que las diferentes tradiciones secretas han ejercido en el arte contemporáneo desde los años 1950 hasta hoy. Presenta unas 350 obras de artistas tan dispares como por ejemplo Antoni Tàpies, Agnes Martin, Henri Michaux, Joseph Beuys, Ulla von Brandeburgo, William S. Burroughs, Joan Jonas, Jordan Belson, Goshka Macuga, Kenneth Anger, Rudolf Steiner, Alejandro Jodorowsky, Francesco Clemente y Zush.
‘Antoni Tàpies. Biografía política’’ Fundación Tàpies. Barcelona.
El lapso cronológico que despliega esta exposición nos transporta desde el 1946 hasta el 1977. Viajamos de la posguerra y la dictadura a las darreries del franquismo y la transición democrática al estado español. La biografía que se deriva de esta elige no pretende ilustrar la vida del artista, sino la circulación de las obras.
‘Gala Salvador Dalí. Una habitación propia a Púbol’. Museo Nacional de Arte de Cataluña. Barcelona.
Alguien escribió que desvelar Gala sería desentrañar el tablero surrealista que sin ella continúa incompleto. Nada más cierto. Gala es clave en el desarrollo literario de su primer marido, Paul Éluard, y es quien, el 1929, divisa las potencialidades de Dalí. Amante de Max Ernst, fotografiada por Man Ray, Brassaï… Gala es mucho más que la bella mujer ambiciosa: es una extraordinaria escritora y autora de varios objetos surrealistas.
‘Domènec. Ni aquí ni en ninguna parte’. Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Barcelona.
A partir de diferentes edificios y monumentos emblemáticos de la modernidad, Domènec analiza las propuestas del movimiento moderno y su legado en la contemporaneidad, utilizando como apoyo de su investigación proyectas in situ, instalaciones, maquetas, fotografías, workshops, seminarios y vídeos. Su trabajo parte de los diferentes contextos locales y establece un diálogo con otros ámbitos internacionales para presentar el impacto de propuestas utópicas surgidas a raíz de la revolución industrial y en contraposición al capitalismo.
‘Lee Miller y el surrealismo en la Gran Bretaña’’ Fundación Joan Miró. Barcelona.
La muestra nos invita a descubrir las actividades del círculo surrealista en tierras británicas desde la mirada de una de sus integrantes más destacadas, la fotógrafa Lee Miller. Con su figura como eje vertebrador, la exposición aborda desde la década de los treinta hasta principio de los cincuenta del siglo pasado mediante nuevo capítulos que ofrecen una amplia selección de obras y autores como por ejemplo Joan Miró, Man Ray, Paul Nash, Salvador Dalí, Max Ernst, Henry Moore, Leonora Carrington, Yves Tanguy…
‘Faraón. Rey de Egipto’. Caixafòrum. Barcelona.
La muestra presenta más de 150 objetos del antiguo Egipto provenientes del British Museum para explicar la vida en aquellos tiempos y presta una atención especial a la figura del faraón. Analiza diferentes aspectos del monarca egipcio, como por ejemplo su carácter divino, la simbología de las vestimentas y las joyas, la religiosidad, los rituales, la organización administrativa del país, las guerras expansivas y de protección y, por supuesto, la vida de palacio.